“El trabajo deja de ser un lugar físico para convertirse fundamentalmente en una actividad independientemente del lugar en que la desempeñemos”
La frase hoy podría decirla prácticamente cualquier trabajador: la pandemia dejó muy en claro que podemos ser tan productivos -o más- en una oficina como en nuestro sillón favorito y que las reuniones son más eficientes y puntuales cuando cada participante de la reunión no tiene necesidad de trasladarse hasta un punto común de encuentro.
Sin embargo, tal como está reproducida en el principio de esta nota, esa oración la publicó Martín E. Feldstein, CEO de Meriti, el 11 de marzo de 2009, en un artículo al que llamó El nuevo nomadismo. Es decir, nueve días y once años antes de que el coronavirus obligara a los argentinos a resguardarse en sus casas. No era la primera vez que hablaba del tema: de hecho, esa misma nota aclara después que el texto había sido publicado un año antes.
En Meriti no necesitamos esperar una disrupción de alcance global como la que vivimos el año pasado para reimaginar la forma de trabajar. Por el contrario, es parte de nuestra esencia y de nuestro ADN evaluar de manera continua todas las herramientas y las tecnologías que pueden aplicarse a mejorar los procesos para que las personas tengan una mejor experiencia laboral de punta a punta.
En esta parte del siglo XXI, el concepto de “de casa al trabajo y del trabajo a casa” consiste, simplemente, en cambiar de aplicación. Los clientes que nos escucharon a tiempo estuvieron más que preparados para “mudar” a su personal cuando el lockdown se convirtió en regla. Los que nos escuchan hoy, seguramente sabrán cómo navegar un futuro que se presenta repleto de oportunidades pero también plagado de incertidumbres.
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