Los servicios cloud ofrecen claras ventajas a nivel de costos, productividad, eficiencias, recursos informáticos y capacidades de innovar en el marco de la transformación digital.
En un contexto en el que atraer personal de IT calificado resulta casi una utopía –en especial para muchas PyMES–, el combo nube más contratación de soluciones en modalidad SaaS (software as a service) aliviana la presión sobre la necesidad de retener o incorporar talento.
¿Te planteaste esta opción para tu empresa?
Es decir: pagando un canon mensual habitualmente ligado al número de usuarios de las herramientas o de los IT cloud services –que pueden ir desde un ERP u otra aplicación cloud de negocios, hasta el mismo G Suite for business y cualquier otra clase de aplicativo de negocios–, se accede a los beneficios de una instalación ubicada en un data center de vanguardia.
En esos centros de datos externos como Google Cloud Platform, Microsoft Azure o Amazon Web Services, además, se cuenta con expertos que realizan el soporte, mantenimiento integral y actualización permanente de las distintas soluciones contratadas; y, asimismo, los contratos aseguran la escalabilidad y ofrecen niveles de disponibilidad atados a SLAs específicos. No exageramos al decir que cualquiera de los grandes proveedores de infraestructura en la nube, superan ampliamente las opciones in-house, tanto en en seguridad, disponibilidad y sobre todo en reducción de costos.
Si consideramos lo costoso que sería contratar talento entrenado en todos estos skills –o, más aún, lo caro que sería capacitar a gente de manera continua en estos temas– se comprenderá mejor por qué el esquema “cloud + SaaS” se presenta tan atractivo.
También puede interesarte:
Esto genera un ahorro importante de mano de obra, en un campo en el que, además, hoy se observa una particular dificultad para encontrar personal con las habilidades técnicas necesarias.
Este alto nivel de adopción no es casual. De hecho, otro trabajo del proveedor Reviso descubrió que, al comprar el costo de funcionamiento mensual de contratar soluciones bajo el modelo “cloud + SaaS” versus contar con sistemas alojados en infraestructuras convencionales propietarias, la diferencia clave pasaba justamente por el tema de los costos laborales.
Para esta exigente actividad –clave para la continuidad de cualquier negocio– se requiere gente capacitada y calificada, cuyo trabajo, bajo el esquema cloud, ya viene incluido dentro del canon mensual. Tal como se explicó, las compañías que eligen el combo “cloud + SaaS” reducen sus necesidades de personal para mantener infraestructuras –ahora pasan a tener servidores cloud atendidos por el proveedor externo–. ¿Quiere decir que necesitamos menos personas? Lo que resulta en la práctica es que las personas pueden dedicar más tiempo a tareas mucho más complejas y menos repetitivas, implementar modelos de mejora continua o buscar más eficiencias.
Quedarse fuera de esta ola –por infundadas preocupaciones de seguridad, por ejemplo– es, de algún modo, ir a contramano de tendencias poderosas.
Y sabemos que nadie que navegue a contracorriente logra llegar a buen puerto en el supercompetitivo mercado actual.