¿Cómo la Nube simplifica tu vida?

Cuando el 5 de noviembre de 2018 Google homenajeó a Michael Dertouzos con un doodle que conmemoraba el que habría sido su cumpleaños número 82, muchos ignoraban aún varios de los avanzados conceptos con los que el profesor griego –que dirigió por 30 años el Laboratorio de Ciencias Computacionales e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT– anticipó el futuro en varias décadas. 

Dertouzos murió en 2001, pero cuando, cinco años después se lanzó Apps for Work, predecesora de G Suite, la plataforma con la que Google puso la Nube completamente al servicio de las personas, seguramente habría confirmado su acierto: la Nube simplifica la vida, deja atrás gran parte de los problemas cotidianos –sobre todo en el ámbito de los negocios– y libera tiempo y energía para que surjan la creatividad y la innovación.

• Gracias a la Nube...

1.  El almacenamiento en la Nube permite que incluso clientes, socios y proveedores puedan acceder de manera ininterrumpida a los datos que necesitan, los cuales se mantienen permanentemente actualizados, aun cuando unos y otros se encuentren en países con diferentes husos horarios.

2. La tecnología móvil ha cambiado, al mismo tiempo, el lugar y la forma en que se trabaja. En consecuencia, se redefinen los métodos y procesos. Los horarios ya no son estáticos y mucho menos, inalterables, mientras que las tareas críticas se resuelven con mayor eficiencia y rentabilidad. Según las agencias Gartner y Global Workplace Analytics, en 2017 había 8400 millones de dispositivos móviles activos en todo el mundo, y se espera que sean 20.400 millones para 2020. Al mismo tiempo, unos 3,7 millones de personas trabajaban a distancia y entre un 80% y un 90 % afirmaba que le gustaría hacerlo.

3. Las herramientas de productividad basadas en la nube ayudan a los integrantes de los equipos a comunicarse y trabajar colaborativamente, al mismo tiempo que se reducen costos operativos. Según un informe de la consultora Aperian Global, en 2016, el 90% de las organizaciones comprendían que las herramientas de colaboración online las ayudaban a ahorrar dinero y a administrar mejor el tiempo.

4. Las personas pueden trabajar desde el lugar y en el momento que sea necesario o lo prefieran. Lo hacen de la forma más eficiente, desde cualquier dispositivo que tengan a su alcance para conectarse a Internet. De acuerdo con una encuesta de Economist Intelligence Unit, para marzo de 2016, un 60% de los empleados estadounidenses afirmaban que la tecnología móvil los volvía más productivos, mientras que otro 45% reconocía que les permitía desarrollar su creatividad.

5. Según el portal insideBigData, en septiembre de 2016, el 59% de los directores de empresas estadounidenses afirmaba que el análisis y la toma de decisiones son las principales áreas en las que es necesario invertir en tecnología. Esto es porque el manejo de grandes volúmenes de información requiere de soluciones de inteligencia empresarial (BI) para relevar tendencias, identificar riesgos y encontrar nuevas oportunidades.

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• La "Cuarta Revolución"

Todo esto se encuentra, además, tan al alcance de las grandes corporaciones como de las empresas medianas y pymes. Incluso sin grandes respaldos financieros, gracias a la integración en la Nube, estas últimas también tienen la posibilidad de construir entornos creativos para hacer más con menos. La Nube, nuevamente, borra limitaciones.

Quienes lo advierten, se ponen rápidamente al día: en 2015 eran sólo un 37% las pequeñas y medianas empresas que utilizaban aplicaciones basadas en la Nube. Pero se prevé que alcanzará un 78% en 2020, según el informe Roundup Of Small & Medium Business Cloud Computing Forecasts And Market Estimates que Forbes publicó en 2015.

Son probablemente, los profesionales de TI, quienes primero advierten estas nuevas posibilidades de reducir costos, a la vez que se incrementan la disponibilidad, la seguridad y la productividad.

Pero no resultan ser los únicos: los responsables de la gestión advierten de inmediato cuando el trabajo diario avanza de forma más fluida, confiable y colaborativa dentro de una organización, sea la propia o una ajena.

Por otra parte, en los departamentos de finanzas y contaduría surge claramente la diferencia con los sistemas basados en servidores alojados localmente, los cuales se imputan como una inversión de capital que se amortiza demasiado rápido por obsolescencia.

En cambio, las soluciones basadas en la Nube se clasifican como gastos operativos y además se liberan al personal de la empresa de las tribulaciones derivadas de actualizaciones, licencias, seguridad, escalabilidad o mantenimiento, por ejemplo.

A mediados de los 70, Michael Dertouzos ya había descrito cómo sería una red similar a lo que luego conoceríamos como Internet, y sobre el final del milenio describió la “Cuarta Revolución”: “Las tres primeras revoluciones socioeconómicas se basaron en cosas: el arado en la revolución agraria, el motor en la Revolución Industrial, y la computadora, en la revolución de la información –escribió–. Tal vez ha llegado el momento de que el mundo considere una cuarta revolución, que ya no apunta a objetos, sino a entender el recurso más valioso de la Tierra: nosotros mismos”.

La Nube, precisamente, es lo que nos valoriza a nosotros mismos: proporcionándonos tiempo, brindándonos las herramientas para crear e innovar, y reduciendo drásticamente los recursos que debemos destinar al logro de nuestros objetivos como personas, como profesionales, como trabajadores y como líderes de organizaciones orientadas hacia un fin común.