Cansadas de la dificultad que supone mantener un equipo de IT dentro de la propia estructura organizacional y de lo oneroso que resulta, y algo amilanadas ante la dificultad que supone “seguirle el tranco” a la evolución y a las disrupciones tecnológicas, muchas empresas se plantean la posibilidad de tercerizar diferentes services de IT en firmas especializadas.
Si una compañía ya cuenta con personal de IT capacitado y fiel como para responder a los requerimientos actuales y los que plantea la evolución, pensar en un outsourcing podría estar de más. Pero como esta situación no suele darse muy a menudo –particularmente en la Argentina, donde año tras año se observa un déficit de recursos humanos que asciende a 5.000 puestos sólo en el sector del software– conviene evaluar la opción de tercerizar.
Entre las ventajas atribuibles a los diferentes modelos, tenemos que:
Y en lo que atañe a las desventajas:
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Una investigación de Computer Economics evidenció que los temas que más se tercerizan son la mesa de ayuda, el monitoreo y gestión de TI, las operaciones de red y de centro de datos, el servicio de nube (servidores cloud más backup cloud y almacenamiento de información o documentos electrónicos, canalizados mediante soluciones como Azure más web y mobile services, G Suite Enterprise o Google Suite empresarial for business, más apps Android para empresas).
Un consejo atinado sería delegar, en principio, los servicios que la firma no consigue atender apropiadamente, ya sea por su nivel de especialización o por su costo; y también aquellos que pueden ser soportados por herramientas de terceros de primer nivel que no exigen demasiada inversión. Por ejemplo, hoy es posible contratar un Google Cloud Platform a través de un partner certificado y disponer de herramientas de colaboración como Gmail Cloud y otros services en el propio site.
También es cada vez más común que las empresas suban más de una aplicación a un entorno cloud, que ya se instaló como un ambiente cada vez más elegido por compañías de diferentes sectores y tipos de negocios. Y, en todo caso, una vez transitada esta primera etapa, siempre se podrá extender la tercerización a otros servicios.
Una encuesta global de Deloitte efectuada en 2018 entre 500 ejecutivos de organizaciones líderes encontró que la escena del outsourcing está siendo transformada por las soluciones disruptivas –lideradas por cloud computing y la automatización–.
El estudio encontró que la tercerización “disruptiva” hoy es buscada, no tanto por un tema de costos, sino para obtener ventajas competitivas y velocidad.
Entre los aprendizajes realizados a partir de experiencias pasadas los encuestados pusieron el foco en el proceso de selección del proveedor: el 42% dijo que dedicaría más tiempo a delinear la RFP (solicitud de propuestas) y el 39%, que recurriría a un proceso de licitación más competitivo.
Encontrar el equilibrio justo entre tercerización y manejo interno de los servicios de IT requiere un cuidadoso análisis.
Tercerizar no es meramente desligarse de un tema: exige una planificación estratégica consciente.
La nueva situación ayude a avanzar hacia una auténtica transformación digital y una optimización de los procesos.
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