Un compromiso de Google Cloud: la IA generativa no altera las normas de privacidad y hasta reafirma su importancia.
Datos, datos, datos… Vivimos en un mundo gobernado por los datos. Y si esto ya era una tendencia que se venía consolidando desde hacía muchos años, la IA generativa llegó para multiplicarlo. Cada conversación de cada usuario en cada rincón del mundo genera muchísimos datos. Por eso, es válida la pregunta: ¿Qué ocurre con toda esa información y para qué se usa?
Por lo pronto, Google Cloud se comprometió a reafirmar la importancia de la privacidad de los datos en Google Workspace y hasta… ¡utiliza la IA para mejorarla!
El contenido bajo control
Todo el contenido que se vuelca en Gmail, Documentos, Hojas de cálculo, Presentaciones o cualquier aplicación pertenece al usuario: no se vende, no se usa para segmentar anuncios, se puede eliminar en cualquier momento o exportar a otras plataformas.Tampoco, y esto es muy importante, se utilizan esos datos para entrenar o mejorar los grandes modelos de lenguaje de IA generativa subyacentes, como Gemini. Dicho en palabras sencillas: el control está siempre del lado del usuario.
Nuevas reglas para nuevas funcionalidades
En particular, los usuarios de Gemini en las aplicaciones de Google Workspace pueden tener la tranquilidad de que el contenido se usa exclusivamente para proporcionar respuestas más útiles a sus indicaciones y de que ni el mensaje ni la respuesta generada se almacenan sin permiso específico del usuario.
La IA generativa llegó para darnos nuevas soluciones, ayudarnos a acelerar nuestro trabajo y tener mejores experiencias como empleados y como clientes, entre otros beneficios. El uso apropiado de los datos es la barrera que impide que esta tecnología se convierta en un nuevo problema.
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