La importancia de entender el valor de esta tecnología para complementar las habilidades humanas y no para que haga nuestro trabajo.

Ya nos sorprendió con su “estilo humano” para conversar. Ya verificamos su poder para crear textos, imágenes, videos y música en apenas segundos. Ya experimentamos algunos de sus fallidos y alucinaciones.

La IA generativa revolucionó el mundo hace apenas dos años. Hoy podemos aprovechar la experiencia acumulada para obtener verdadero valor para nuestro negocio y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos que fuimos descubriendo.

Queda cada vez más claro que el verdadero beneficio de esta tecnología está en ayudarnos a impulsar la creatividad, la productividad y los conocimientos. El tiempo que necesitábamos para hacer algunas tareas, como armar una presentación, revisar un código de programación o escribir un informe ejecutivo, se reduce a niveles atómicos. 

Bajo control

Sin embargo, esto no significa que podemos delegar en ella todo nuestro trabajo ni para crear todo nuestro contenido desde cero. Es poderosa, sorprendente y rápida, pero no es un ser humano. No tiene juicio ni criterio, se equivoca y necesita supervisión.

Deberíamos verla como una compañera de trabajo que nos puede ayudar a acelerar las tormentas de ideas, responder preguntas de manera rápida, corregirnos errores o sugerirnos un primer boceto de aquello que queremos preparar.

Está en nosotros establecer los límites y usarla de manera responsable. Porque ya vimos, por ejemplo, que puede “inventar” información. Quien no haya experimentado esto puede probar simplemente con preguntarle “quién es” y su propio nombre seguido a eso. La respuesta, muy probablemente, no te describa.

El caso reciente más resonante es el de la película Megalópolis, de Francis Ford Coppola. La agencia publicitaria armó un tráiler con supuestas críticas negativas aparecidas en los medios de anteriores filmes del director, como Apocalipsis Now o El padrino. Sin embargo, en lugar de investigar, los creativos decidieron pedir a la IA generativa que las recopile. El resultado: las inventó.

No perdamos el criterio

Por todo esto, es fundamental utilizar nuestro criterio, verificar la información que nos presenta como real, denunciar con el fabricante cualquier defecto que encontremos (las IA generativas están en continua etapa de desarrollo). También es importante contar con un socio tecnológico que nos ayude a aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología mientras mantenemos los riesgos bajo control.

¿Y, lo más importante, este “trabajo en equipo” con la IA generativa te permite agregar ese toque verdaderamente humano que hará que tu trabajo sea diferente.

¿Te interesa que te ayudemos a obtener el máximo valor de esta tecnología? Esperamos tu contacto
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